Si has llegado hasta aquí buscando respuestas a tus molestias digestivas, te doy la bienvenida. Y si llevas un tiempo lidiando con gases persistentes, digestiones pesadas, hinchazón inexplicable o ese “no sé qué” intestinal que nadie parece entender… quédate, porque esto te interesa (y mucho).

Como nutricionista clínica, veo cada vez más pacientes con tripas rebeldes, gases de ciencia ficción y un historial digestivo digno de un capítulo de House. ¿Casualidad? Para nada. Estamos ante una epidemia silenciosa: la disbiosis intestinal, y sus consecuencias están literalmente colonizando nuestras agendas de consulta.

👉 SIBO, colitis ulcerosa, colitis eosinofílica, esofagitis, permeabilidad intestinal, reflujo, distensión posprandial, heces “creativas”… Llámalo como quieras, pero el denominador común es claro: una alteración del ecosistema microbiano intestinal.


🔬 ¿Qué está pasando dentro de tu intestino?

La disbiosis no es tener “la flora mal”, como dice ese cuñado que todo lo sabe. Es un desequilibrio real, profundo y medible entre bacterias beneficiosas, patógenas y oportunistas. Cuando este ecosistema se desordena:

¿El resultado? Inflamación crónica, mala absorción, digestiones lentas, diarreas o estreñimiento, dolores abdominales… y una lista que no para de crecer.


📈 ¿Y por qué ahora hay tantos casos?

No es magia. Ni mala suerte. Es la consecuencia de un estilo de vida moderno que no le sienta nada bien a nuestro intestino:

El cóctel perfecto para que cada vez más personas desarrollen SIBO, colitis ulcerosa mal controlada, colitis eosinofílica o intestino irritable y otras tantas patologías del sistema digestivo.


📚 ¿Qué dice la ciencia?


🧠 Mi opinión profesional (y con tripas, como tú)

“La disbiosis es ese vecino molesto que lleva años montando jaleo en tu intestino. Antes lo ignorábamos, ahora sabemos que no se va con un yogur cualquiera ni con una dieta restrictiva al tuntún.

Cuando veo en consulta personas con gases que parecen de otro planeta, heces que desafían las leyes de la física, hinchazón constante o pérdida o ganancia de peso sin explicación… yo ya no pienso en ‘colon irritable’  o SIBO y a otra cosa.

Pienso en disbiosis. Pienso en mucosa intestinal pidiendo auxilio.

Y no, esto no se arregla solo con antibióticos ni con una dieta “sin” para toda la vida. Hace falta un abordaje integral, con educación nutricional real, escucha activa, probióticos bien pautados y una dieta adaptada que respete tu intestino y tu estilo de vida.


🛠️ ¿Y tú qué puedes hacer?

✅ Si tienes síntomas digestivos persistentes, consulta: incluso si tus pruebas son normales.
✅ Solicita evaluación completa: test de aliento, calprotectina, microbiota fecal, si procede.
✅ No sigas dietas restrictivas eternamente.
✅ Aprende a reintroducir alimentos, cuidar tu mucosa y elegir probióticos con sentido.
✅ Y, sobre todo, escucha a tu cuerpo. Porque él no exagera. Solo pide ayuda.


📌 Conclusión (y una invitación)

La disbiosis no es una moda ni un invento moderno: es una causa real, tratable y diagnosticable de muchos problemas intestinales que antes quedaban sin respuesta.

Si te has sentido identificad@ leyendo esto, si llevas tiempo buscando explicaciones sin éxito, o si tu “intestino irritable” ya no te convence… quizás lo que tienes es disbiosis, y estás a tiempo de solucionarlo.

💬 Cuéntame en los comentarios tu experiencia digestiva: ¿te has sentido incomprendid@? ¿Tienes síntomas sin causa aparente? ¿Ya te han hablado de SIBO?

📆 Y si quieres trabajar conmigo de forma personalizada, puedes reservar tu cita . Porque hay tripas que merecen ser escuchadas con ciencia, experiencia y sin juicio.

Nos leemos (y nos escuchamos en consulta 😉).

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